domingo, 23 de septiembre de 2012

Pasará la reforma laboral... que el PRI quiera

Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón presuntamente pactaron darle trámite a una iniciativa presidencial de última hora, una que quiere darle la puntilla a los derechos de los trabajadores. El priista accedió a cambio de recibir apoyo total a su llegada a la Presidencia. Sin embargo, la propuesta de reforma laboral calderonista no gustó ni entre los diputados de su partido. El consenso, dicen varias fuentes, es que no pasará, al menos no como la planteó el titular del Ejecutivo. Pero sí será aprobada con algunas modificaciones… pocas, muy ligeras.
domingo, 23 de septiembre de 2012 | Jesusa Cervantes | Proceso

MÉXICO, DF (Apro).-  De ahí que el TEPJF —pese a tener el jueves 6 como fecha límite para emitir su fallo— resolviera el 31 de agosto sobre la validez de la elección; un día después Calderón envió a San Lázaro la propuesta de reforma laboral como "iniciativa preferente", lo que obligaría a los diputados a resolver en 30 días y al Senado en un término igual.

Políticos cercanos a Peña Nieto revelaron lo anterior y detallaron que parte de la negociación entre el priísta y el panista fue que legisladores del PRI y del Partido Verde no cuestionaran el derecho del Ejecutivo a presentar la iniciativa con carácter preferente. En tanto, Calderón dejó la elaboración del dictamen final "sujeto a nuestros márgenes" (de los priistas).

Dicha revelación y el posicionamiento del PRI en la Cámara de Diputados adelantan que la iniciativa de reforma laboral de Calderón "no pasará" tal cual, pero se aprobará con cambios. Además los operadores de PAN y PRI han rechazado abiertamente una parte de la propuesta presidencial.

Por otra parte la iniciativa calderonista dividió al Frente Legislativo Progresista y abrió la puerta para que la izquierda negociadora analice si avala o no los cambios, en función de la afectación de los derechos de los trabajadores, comentaron en entrevista algunos diputados.

REUNIÓN Y PACTO

El mismo día en que el TEPJF recibió de parte de Andrés Manuel López Obrador y el Movimiento Progresista el juicio de inconformidad solicitando la invalidez del proceso electoral del 1 de julio, Calderón se reunía en Los Pinos con Peña Nieto.

Durante 90 minutos el Ejecutivo habló con el priísta como si se tratara ya del ganador de la elección; la Presidencia emitió un comunicado donde informó que ambos acordaron que una vez otorgada la declaratoria de presidente electo a Peña Nieto "iniciarán un proceso ordenado de transición administrativa y política". Lo que el comunicado no informó fue la moneda de cambio que Calderón le impuso a Peña Nieto por su "apoyo total" para que alcanzara la Presidencia.

Por parte del gobierno federal las negociaciones posteriores sobre el tema laboral estuvieron a cargo de Alejandro Poiré, secretario de Gobernación y José Antonio Meade Kuribreña, secretario de Hacienda. Por el equipo de Peña Nieto estuvieron sus dos hombres de confianza y cabezas de grupo del equipo de transición: Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio Chong.

FRICCIONES EN LA CÁMARA

La celeridad con que fue enviada la iniciativa y el tiempo fatal de 30 días para que sea discutida en la Cámara de Diputados y 30 días más en el Senado provocó fricciones en San Lázaro, primero para constituir la Comisión de Trabajo y Previsión Social —dado que se trata del arranque de la LXII Legislatura y aún no están formadas las comisiones— y luego por el breve tiempo de discusión del dictamen: apenas dos días.

El pleno de la Cámara de Diputados aprobó apenas el jueves 13 la formación de la comisión. El viernes 21 se entregaron las propuestas de cambio de cada fracción parlamentaria. El domingo 23 la Secretaría Técnica deberá tener un predictamen elaborado sobre la base de la iniciativa calderonista y los 30 integrantes de la comisión sólo tendrán dos días —lunes 24 y martes 25— para discutir y acordar el documento final que será entregado a la Mesa Directiva el miércoles 26 y aprobado el jueves 27.

Los 12 priístas de la comisión —cuyo presidente es el líder sindical y secretario general suplente de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Carlos Aceves del Olmo— apenas recibieron el viernes 14, de parte del ex diputado federal y ex encargado jurídico del grupo parlamentario, Alfonso Navarrete Prida, una introducción de la iniciativa de reforma que presentó el PRI en la anterior legislatura.

En la propuesta priísta no se habla de la rendición de cuentas de los sindicatos ni la elección secreta de sus líderes, temas que sí figuran en la iniciativa de Calderón, de ahí que el propio Aceves del Olmo manifestó el miércoles 19 —en la única reunión que tuvo la comisión antes de la de este domingo 23— su total rechazo, igual que el diputado Ricardo Aldana, tesorero del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana.

Fuente: Proceso