jueves, 22 de marzo de 2012

60 millones de pobres al cierre de sexenio

Al cierre de 2012 habrá 15 millones de mexicanos más en condiciones de pobreza, respecto a los registrados durante la administración de Vicente Fox. 
Reforma laboral para fortalecer ingresos, no para facilitar despidos y pauperizar prestaciones.
22 marzo 2012 | Alberto Verdusco | Milenio
La precariedad en el mercado laboral, el bajo crecimiento económico y la elevada desigualdad del país arrojarán a 60 millones de personas a la pobreza al cierre de 2012, estimó el director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey, José Luis de la Cruz.
De esa forma, el académico dijo que este será el sexenio de la pobreza, pues se sumarán 15 millones de personas más a esta condición de las que se contabilizaron en la administración del ex presidente Vicente Fox.

En conferencia de prensa, con motivo de la presentación del informe “Una agenda mínima para México”, el investigador dijo que tan sólo entre 2010 y 2012 alrededor de 2.5 millones de personas caerán en pobreza debido a lo mal remunerada que es la mayoría de los empleos en el país.

De acuerdo con los datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, los trabajadores en el país sin remuneraciones y con uno y hasta dos salarios mínimos por sus labores llegaron a 21.3 millones de personas, es decir, 44 por ciento de la población ocupada.

En México hay 47.8 millones de personas ocupadas.

“El 2010 y 2011 fueron años de recuperación económica y eso no se tradujo en bienestar para la población, se precarizaron las condiciones en el mercado laboral, hoy el empleo ya no es suficiente como salvaguarda en el entorno económico y eso llevará a que este sea el sexenio de la pobreza”, aseguró De la Cruz.

Comentó que en esta precarización laboral, uno de los grupos de la población más vulnerable es el de los jóvenes, pues dijo que es alarmante que 7.8 millones de personas de entre 12 y 25 años no estudien ni trabajen y pertenezcan al denominado grupo de ninis.

El economista consideró que el problema de los jóvenes sin empleo ni trabajo puede resolverse a través de becas que incentiven su inserción al ámbito educativo. 

Aunada a la escasa oferta laboral en el país y las bajas remuneraciones y prestaciones que da el mercado formal, muchas personas han optado por ocuparse en el mercado ilegal, que hoy genera más oportunidad que los trabajos permanentes.

“El empleo informal cerró el año pasado con 13.9 millones de trabajadores en ese sector, mientras que las plazas laborales permanentes contabilizaron 13.3 millones de personas”, añadió.

José Luis de la Cruz explicó que otro problema es la caída del poder adquisitivo del salario mínimo, el cual permanece estancado en los últimos años.

Hoy, dijo el académico, el valor del salario mínimo en México es 23 por ciento de lo que era en los años 70, “es decir, se debe trabajar cuatro días para obtener un salario con el valor que tenía hace cuatro décadas”.

Reformas con otro rumbo

 El investigador del Tecnológico de Monterrey comentó que si bien son necesarias las reformas estructurales, como la laboral y la fiscal, éstas deben ir encaminadas a fortalecer los ingresos de los trabajadores y bajarles la carga tributaria a las empresas.

“La reforma laboral no debe ir en función de facilitar los despidos ni de pauperizar las prestaciones, sino de fortalecer sus ingresos”, comentó.

“En el caso de las empresas no hemos logrado incrementar su competitividad y eso se hace a través de mayores inversiones, principalmente en tecnología, pero cuando les metemos impuestos como el IETU o les aumentamos el ISR es natural que se merme su capacidad financiera”, mencionó.

Por último, el experto estimó que la economía mexicana registrará un crecimiento de 2.5 por ciento al finalizar el año, proyección inferior a la del consenso de los analistas que va entre 3.3 y 3.5 por ciento.

Será en el segundo y el tercer trimestres cuando la actividad productiva del país reporte una mayor moderación, esto debido a los problemas de la economía mundial.

Por ello, criticó las proyecciones de JP Morgan sobre la economía mexicana en el sentido de que ésta será la séptima más grande del mundo en 2020, pues dijo que eso no es posible, cuando en los últimos 30 años el crecimiento del PIB nacional ha sido pobre.