sábado, 18 de febrero de 2012

Hambruna, desempleo y pobreza… ¿detonadores de la primavera mexicana?

Los problemas sociales se sintetizan en hambruna, desempleo y pobreza
Álvaro Cepeda Neri | Contralinea | Viernes 17 de Febrero 2012
Los narcotraficantes se disputan el control del país por medio de su ofensiva sangrienta, al poner en jaque a los tres poderes constitucionales. Y mientras, los mexicanos estamos atrapados en el fuego cruzado de la “guerra” calderonista, el volcán social que es el país, el Popocatépetl político que no echará fumarolas, pero estallará sorpresivamente. La inseguridad es aterradora, pues de acuerdo con Calderón, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y el de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Poiré Romero, hay casi 60 mil homicidios, aunque la cifra real debe andar en más de 100 mil, entre sicarios, soldados, civiles y policías.
La nación está en uno de sus más dramáticos momentos desde 1968, cuando empezó el deterioro institucional y el autoritarismo transitó del Partido Revolucionario Institucional al Partido Acción Nacional recrudeciéndose, mientras Calderón se vanagloria y retador nos echa en cara que no critiquemos su estrategia sangrienta que completa la del narcotráfico.
Los problemas sociales se sintetizan en hambruna, desempleo y pobreza. En los pueblos indígenas se mueren de hambre y en al menos 1 mil municipios la sequía ha causado la muerte de la agricultura y ganadería. No hay agua potable, hospitales ni escuelas. Y la pobreza con el calderonismo llega a 52 millones, mientras los hombres del dinero y los banqueros nativos y extranjeros se apoderan de las ganancias en un capitalismo salvaje donde los gobernantes no intervienen para controlar los mercados financieros, comerciales, industriales, para que al son del absoluto mercado libre, en términos del neoliberalismo económico, la oligarquía y la plutocracia roben el dinero público, saqueen Petróleos Mexicanos, la Comisión Federal de Electricidad, etcétera, mientras Carlos Slim, Emilio Azcárraga y Ricardo Salinas Pliego se pelean las telecomunicaciones.
Si con el ejemplo árabe y griego al menos una cuarta parte de los mexicanos se levantan, será porque 14 millones están en la economía informal; 40 millones ganan de uno a tres salarios mientras el alza de precios es incontenible; 20 millones no tienen empleo; millones de jóvenes no van a la escuela porque no tienen recursos, pero Calderón decreta el bachillerato obligatorio. Y al menos 10 millones (más los 10 millones de indígenas), sobreviven en la más completa marginación. Pobreza y desempleo atenazan a los mexicanos creando hambre. Y quienes mueren por falta de alimento, agua, enfermedades… es el saldo del panismo que no resolvió problemas.
Esos pueden ser los detonadores de la primavera mexicana. Griegos y árabes se han rebelado por hambre y autoritarismo; y entre nosotros el capitalismo salvaje de los empresarios y malas administraciones públicas, han puesto las condiciones para que las protestas se transformen en revueltas civiles. En este volcán a punto de estallar, los tres precandidatos no han propuesto cómo solucionar el desempleo, pobreza, hambruna e inseguridad. La clase política sólo se reparte el botín electoral. Calderón prepara su fuga. Y los representantes, de a mentiritas, de la nación en los congresos reforman y contrarreforman la Constitución que ha perdido vigencia, pues ni se obedece ni se cumple. Sólo queda la primavera mexicana al estilo árabe y griega.