martes, 8 de febrero de 2011

Rumbo de México: La segunda Conquista

Pablo Trejo Pérez
En Davos, un pueblito de los Alpes suizos, donde se concentró la presencia de billonarios y políticos, inevitablemente alienta las teorías conspirativas de quienes creen que el mundo está manejado por una pequeña élite. En este lugar es tan común cruzarse en los pasillos con Humberto Eco, Nadine Gordimer o Bono como con Carlos Slim, Bill Gates, Juan Luis Cebrian, George Soros, Roberto Hernández o Indra Nooyi, la presidenta de Pepsico.
Este año, el Foro llamó la atención sobre el papel de los bancos en la crisis internacional, tanto Emilio Botín, de Banco Santander, Francisco González, de BBVA, Jaime Dimon, presidente de JP Morgan, y Peter Sands de Standard Chartered, sienten que les están culpando de todos los pecados de sus semejantes, tal cual externaron en la reunión con el presidente Sarkozy: “demasiado es demasiado”. Han optado por rebelarse ante cualquier cambio regulatorio.
El sector se ha opuesto prácticamente a cada nueva norma introducida en cualquier parte del mundo desde que empezó la crisis, sus objeciones tienen poca credibilidad, además, el sistema financiero dista mucho de estar arreglado, aunque los coeficientes de capital han aumentado y los colchones de liquidez son más grandes, las autoridades siguen sin tener ninguna forma de encargarse de los grandes bancos que quiebran sin poner en peligro el dinero de los ahorradores o inversionistas.
Mientras persista ese peligro ético, los bancos tendrán un incentivo para hacerse más grandes toda vez que gozan de una garantía implícita del Gobierna. Por otra parte, llamó la atención la reunión que sostuvo Felipe Calderón con el presidente de la española lberdrola, Ignacio Sánchez Galán, en ella se anunció que el Gobierno mexicano, a través de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), concederá, vía concurso a la empresa hispana, la central de gas de Baja California, de unos 300 MW, e instalaciones eólicas de la Ventosa que suman un total de 600 MW.
Si bien es una inversión importante, en el gobierno han preferido no ver que el sector energético nacional cada vez es más débil, y en contra de lo que sucede en los países BRIC, lo van dejando en manos extranjeras.
La CFE erogó de los años 2000 a 2009 un promedio de 30 mil millones de pesos anuales por concepto de compra de energía a productores privados, pero mantiene ociosa casi el 50 por ciento de su capacidad.
Una explicación en los excedentes de la capacidad instalada se deriva de un mayor número de permisos de generación de electricidad otorgados a privados por la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Iberdrola, empresa española, tiene a su cargo la generación del 15 por ciento de la energía eléctrica del país a través de plantas generadoras otorgadas por la CRE. En ese lapso de nueve años, la empresa recibió 268 mil millones de pesos en la compra de fluido eléctrico; además, construyó infraestructura y logró niveles de 47 por ciento en reserva estratégica de energía. Con los datos anteriores, se concluye que en 30 años la CFE destinaría 1.3 billones de pesos para pagar a los productores privados, lo que representa un promedio anual de 44 mil millones de pesos, monto similar al presupuesto carretero de los últimos cuatro años.
Con este último dato,no se justifica otorgar dinero a la CFE para que siga creando plantas generadoras de energía beneficiando a empresas extranjeras; peor aún que se hayan suscrito contratos con ellas hasta 2041 para generar energía, que la propia Secretaria de Energía considera innecesaria, según documenta el diario El Universal.
Todas estas extrañas acciones solapadas por el propio titular del Ejecutivo y el Gobierno Federal en su conjunto, se llaman en realidad dependencia energética,y de continuar así, muy pronto veremos la segunda conquista.