Bien dicen los más informados, que los mexicanos van a morir engañados sobre todo en materia de energía y combustibles, porque presumen de CFE como una empresa de clase mundial, y resulta que no es más que una comercializadora de corporativos españoles como Iberdrola, Unión Fenosa, entre otras compañías extranjeras.
Bastante habían tenido los mexicanos al sentirse burlados por Pemex, cuando en su momento se descubrió que todo lo compra : gasolinas y gas doméstico, y que hasta ahora después de transcurridas tantas décadas, desde que en1938 se nacionalizara la industria, no ha sido capaz el gobierno de construir una refinería para producir su propia gasolina y el gas doméstico.
Esto explica que se hable de la existencia de un subsidio millonario para las gasolinas, y que mes con mes se tengan que deslizar en un claro aumento los precios de las gasolinas y del gas que se consume en los hogares mexicanos.
El colmo es que ahora la Comisión Federal de Electricidad, una empresa de clase mundial opera como una simple comercializadora o revendedora de lo que producen, pasando por encima de toda la Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos, compañías españolas concesionadas desde el gobierno del “transformador Vicente Fox”.
CFE erogó de 2000 a 2009 un promedio de 30 mil millones de pesos anuales por concepto de compra de energía a productores privados, pero mantiene ociosa casi 50% de su capacidad, menciona un análisis de la Comisión Especial de la Cámara de Diputados encargada de analizar el estado que guarda la entidad pública.
En ese tiempo la empresa destinó 268 mil millones de pesos a la compra de fluido eléctrico; además, construyó infraestructura y logró niveles de 47% en reserva estratégica de energía.
Expertos estadounidenses y europeos señalan que un nivel óptimo en los márgenes de reserva es de alrededor de 15%. Si se restara la producción de firmas privadas, el margen de reserva se ubicaría casi en 24%, todavía arriba de lo que sugieren las agencias consultadas.
En el documento de la Comisión Especial, presidida por el diputado César Augusto Santiago Ramírez, se establece que en 30 años la CFE destinara 1.3 billones de pesos para pagar a los productores privados, lo que representa un promedio anual de 44 mil millones de pesos, monto similar al presupuesto carretero de los últimos cuatro años.
El reporte agrega que una explicación en los excedentes de la capacidad instalada “se deriva de un mayor número de permisos de generación de electricidad otorgados a comporativos privados por la Comisión Reguladora de Energía (CRE)”.
En concreto la comisión de legisladores observa que “No se justifica otorgar dinero a CFE para que siga creando plantas generadoras de energía beneficiando a empresas españolas que no se requieren; peor aún que se hayan suscrito contratos hasta 2041 para generar energía que la propia Secretaría de Energía considera innecesaria”, concluye el análisis. En 2010 los particulares generaron 47% de la electricidad.
Alguien debería de pedirle al eterno e inamovible Director de CFE, Alfredo Elías Ayub, que explique lo que ha pasado y está pasando, con estos permisos a empresas españolas para producir y vender energía. que resultan a simple vista, documentos que legalizan acciones fuera de toda constitucionalidad, sin que hasta ahora nadie, ni el Procurador General de la República, ni la Cámara de Diputados estén preocupados por este agravio a la Carta Magna.
Por esta razón CFE, esta empresa de Clase Mundial tiene que vender el servicio de energía eléctrica a un costo más alto, para asegurar las ganancias de estas empresas extranjeras.
En el mercado nacional estas son algunas que se estàn llevando las ganancias con la producción y venta de energía: las españolas Unión Fenosa, MEE Industries, Iberdrola, Abener, Electricité de France, Mitsubishi, Energía Azteca, Intergen, Transalta, Mitsui, e Isolux, entre otras, ha crecido a tal magnitud que la electricidad que venden equivale a casi la mitad (49%) del total de electricidad que las plantas propiedad de CFE comercializan para servicio público.
La información obtenida señala que estas empresas están aumentando gradualmente su participación en el mercado del servicio público, vía la electricidad que contractualmente están obligadas a entregar a CFE, en tanto que la paraestatal está reduciendo su aportación.
De tal manera que el sector estratégico que se remite a la energía eléctrica y al petróleo, está más vulnerado por la diversidad de intereses que por décadas se han venido beneficiando de los negocios, con los recursos naturales que se dice resultan ser propiedad de los mexicanos.
Esta si que es historia, que supera en mucho a la del yate del Director de CFE, Nestor Moreno.
Buen día para recordar a la Constitución mexicana.
