miércoles, 15 de diciembre de 2010

El registro, un chamaqueo, aseguran los disidentes

y siguen ahullando...
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Disidentes aseguraron que el gobierno federal se “chamaqueó” a Martín Esparza con la toma de nota que lo reconoce como secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), ya que estatutariamente eso no lo faculta para acceder o administrar los recursos del gremio.
Mié, 15/12/2010 - 05:27
México.- Disidentes aseguraron que el gobierno federal se “chamaqueó” a Martín Esparza con la toma de nota que lo reconoce como secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), ya que estatutariamente eso no lo faculta para acceder o administrar los recursos del gremio, además de que ya existen 2 mil 600 amparos contra la elección interna y se continuará con las movilizaciones.
Alfredo Ríos, representante de la Comisión de Trabajo de Jubilados del SME, dio a conocer que según los estatutos, los recursos del gremio sólo pueden obtenerse para su administración a través de la firma del secretario general y del tesorero, cargo que permanece acéfalo debido a que se destituyó al líder opositor que lo ocupaba, Alejandro Muñoz.
Señaló que el marco estatutario establece que en caso de no contarse con la firma del tesorero se puede tener acceso a las cuentas sindicales a través de la de dos miembros de la Comisión de Hacienda, sin embargo, el gremio sólo cuenta con uno reconocido oficialmente.
Asimismo, para cubrir acuerdos de asamblea, es necesario que las actas cuenten con la anuencia de un mínimo de 15 miembros del comité central, mientras que la dirigencia que encabeza Esparza sólo cuenta con 13 reconocidos.
Los jubilados del SME anunciaron que la entrega del reconocimiento no tendrá consecuencias mayores.
Cabe recordar que la directiva del SME se divide en dos grupos de 13 miembros, que se eligen en periodos cuya distancia es de un año, por lo que hasta el momento sólo 50 por ciento de las carteras cuentan con reconocimiento.
Alfredo Ríos, aseguró que los jubilados emprenderán nuevas acciones para evitar que se entregue el patrimonio a una minoría. Mariana Otero-Briz